Alrededor de los 15 años entra en el convento agustino de San Vicente, fuera de las murallas de Lisboa, para adherir al proyecto de consagración a Dios que había ido madurando.
Antonio, por sus talentos, que demuestra saber poner al servicio del Reino de Dios, recibe también el encargo de Ministro Provincial (o sea, guía de las fraternidades franciscanas) del nort
El empeño que puso Antonio en la predicación y en el sacramento de la reconciliación durante la Cuaresma de 1231 puede considerarse su gran testamento espiritual.