Con este término se entiende, ante todo, los trece días de preparación a la fiesta de san Antonio que tiene lugar el 13 de junio. La Trecena se repite todavía hoy en la Basílica y en otros santuarios antonianos e iglesias franciscanas, como también en forma privada en tantas familias. Pero con la misma palabra se entiende también una oración compuesta de trece invocaciones que recorren los aspectos más significativos de la vida y de la santidad de Antonio.