Uno de los villancicos italianos que más me conmueve traducido dice: «Bajas de las estrellas oh Rey del Cielo, y vienes a una gruta al frío y al hielo…». Fue compuesto en el siglo XVIII por san Alfonso María de Ligorio, un santo atento a los pobres y a los humildes.
Es un villancico que me conmueve porque subraya el gesto de Dios que se encarna, se hace hombre para envolver a nuestra humanidad en un gran abrazo … y en esta historia nuestra encuentra el frío y el hielo.