En la Penitenciería, que se accede por el Claustro de la Magnolia, podrás celebrar el sacramento de la Reconciliación, con la ayuda del subsidio para la preparación a la confesión que allí encontrarás.
Es el lugar donde el penitente experimenta, con el sacramento del perdón, el abrazo fuerte y tierno del Padre que perdona al hijo arrepentido. El sacramento de la Penitencia, como dice San Antonio, es “casa de Dios”, y la Penitenciaría es “casa de acogida”.
Festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”.
Lucas 15,23-24
Acoge la invitación de san Antonio
¡Oh casa de Dios! ¡Oh puerta del cielo! ¡Oh confesión del pecado! ¡Dichoso aquel que habite en ti! ¡Dichoso el que entre por ti! ¡Feliz el que se humillare en ti!
Humillaos, pues, vosotros, y entrad, hermanos carísimos, por la puerta de la confesión. Confesad, como habéis oído, los pecados y sus circunstancias.
Ha llegado el tiempo aceptable para la confesión, ha llegado el día saludable para la satisfacción.