Petición:
Admirabile san Antonio, glorioso por la fama de milagros y por la predilección de Jesús, venido a ti con aspecto de niño, a descansar entre tus brazos, obtenme de su bondad la gracia que ardientemente deseo en lo profundo de mi corazón. Tú, tan compasivo con los pobres pecadores, no mires a mis faltas, sino a la gloria de Dios, que será exaltada una vez más por ti y a mi eterna salvación, no separada de la petición que vivamente te hago.
(Se dice la gracia que se desea obtener)
Sea prueba de mi gratitud, mi caridad para con los necesitados, con los cuales, por gracia de Jesús, nuestro Redentor y por tu intercesión, me sea permitido entrar en el reino de los cielos.
Amén.
Agradecimiento:
Glorioso Taumaturgo, padre de los pobres, tú que has descubierto, prodigiosamente, el corazón de un avaro escondido entre el oro, por el gran don que has tenido de tener siempre tu corazón dirigido a las miserias de los infelices, tú que ofreciste al Señor mis súplicas y por tu intercesión han sido escuchadas, acepta en señal de mi agradecimiento, la ofrenda que pongo a tus pies para socorrer a los desafortunados.
Ayuda a los que sufren, como yo; corre en auxilio de todos para socorrernos en las necesidades temporales , pero sobre todo e las espirituales, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.