Querido san Antonio, bendice y protege mi familia; consérvala unida en el amor, asístela en las necesidades temporales y aleja de ella todo mal.
Bendícenos a mí y a mi esposo (esposa): haz que nunca nos falte el trabajo y todo lo necesario para poder vivir honestamente y poder educar a los hijos que el Señor nos ha dado. Bendice a nuestros hijos y consérvalos sanos y deseosos del bien, ayúdalos en el estudio y no permitas que, en medio a tantas ocasiones de mal, pierdan la fe y la pureza de la vida.
Obtennos que seamos capaces de comprender a nuestros hijos y y guiarlos con la palabra y el ejemplo a que aspiren siempre a los ideales más bellos y puedan realizar en la vida su vocación humana y cristiana.
Amén