El gesto de hacernos la señal de la cruz con unas gotas de agua bendita nos acerca al renacimiento en el Bautismo, a la regeneración a la vida del hijo de Dios y a la purificación del pecado. La señal de la cruz nos recuerda que Jesús se hizo Hombre y cargó con los sufrimientos de los hermanos, ofreciéndose a sí mismo
Recibido el bautismo,
el cristiano llega a ser
como un vino aromático,
y esto por obra de la fe.San Antonio
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