Desde la Basílica del Santo la oración por el papa Francisco está uniendo en estos días la comunidad de los frailes a muchos fieles y peregrinos que, numerosos, encomiendan al Santo Padre al Señor, por intercesión de San Antonio.
Cada día, en la celebración de la Eucaristía, recordamos de modo especial al Papa, dirigiendo nuestra sincera oración al Señor para que la Iglesia pueda volver a tener a su Pastor sano.
Además nos sentimos unidos a las iniciativas de la Conferencia Episcopal Italiana, que nos exhorta a rezar el Rosario para mostrar nuestra cercanía al Papa encomendándolo a la protección de María, «Salud de los enfermos». Tratamos así de sentirnos todos un «eslabón» importante de esa única «cadena de oración» a la que nos exhorta el Card. Zuppi, como si quisieramos formar un único «abrazo orante».
El afecto por el Papa Francisco alimenta en el corazón de cada uno de nosotros la esperanza de que sea sostenido y consolado en este tramo de su camino marcado por el sufrimiento, pero también iluminado por el testimonio -el del propio Papa- de una fe fuerte y de una esperanza viva, ejemplo para todos nosotros.
padre Antonio Ramina
Rector de la Pontificia Basílica de San Antonio de Padua