Como sabemos, gracias a la luz solar, las plantas preparan todas las sustancias necesarias para el crecimiento, la floración y la producción de frutos.
Pero la luz solar no solo es necesaria para las plantas; es esencial para todos los seres vivos, para el ciclo del agua, desde la evaporación hasta la lluvia.
La luz disipa la oscuridad, nos permite ver; es energía, es calor ... es vida.